
OK, mides 6 pies, una pulgada, me llevas demasiado en estatura como en otras cosas para tu corta edad, y no es que seas menor porque eres mayor que yo. Tu color de piel es diferente a la mía, a ti te dejaron más en el horno y a mí me sacaron antes de tiempo, pero eso es lo que me mata, me seduce, me descontrola, me debilita. Manos, tus dedos son más anchos y delicados que los míos.
Boca de tamaño especial, rica y deliciosa. Con unos labios que hacen que cualquier mujer llegue al climax con tan solo pensar en ellos. Tu lengua, wao que decir de ella?? me quedo sin palabras porque se me hace agua la boca.
Tu voz sensual y masculina, cautivadora, excitante, seductora, me dan celos de sólo pensar que en este país otras personas puedan escucharte hablar, como de otras cosas más. Tu pecho... Dios, me encanta.
Por estar pensando en todo esto ya me dan deseos de tenerte, besarte, acariciarte, sentirte mio y que me sientas tuya. Sentirte dentro de mí, que el tiempo se detenga para los dos.
Sentir tu virilidad firme para mí, solo para mi disfrute. Que los cuerpos se rocen, uno con el otro, emane un flujo corporal que explique el momento y el disfrute del mismo.
En otro ámbito, estoy incómoda conmigo misma y con Dios porque me deja querer a una persona que no me puede corresponder en el sentido que deseo, por más egoísta que suene. Pero mientras, cada día aprenderé algo nuevo de ti.
Como ese día que me tomaste en tus brazos, me besaste, me acariciaste, me despojaste de la vestimenta, besaste mi cuerpo indefenso y todo mi ser. Te confieso algo?? No esperaba ese momento, ni me lo imaginaba, estaba toda nerviosa, me dio verguenza que observaras mi cuerpo. Cuantas cosas pasaron por mi mente en ese momento, pero el deseo y el placer me hicieron olvidar todo eso.
Por eso estoy dispuesta a aceptar lo que venga, que sé no será nada bueno, si Dios me dá la fuerza y la voluntad para llegar hasta donde quiero llevarte y no preguntes porque no te voy a responder.